- Área: 280 m²
- Año: 2012
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Fotografías:Ana Cecilia Garza Villarreal
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este par de viviendas ubicadas en la Ciudad de Monterrey, tienen su origen en un proyecto anterior de S-AR no construido denominado Conjunto JdV y en la vivienda propuesta para ese conjunto previo.
En ambos casos los terrenos eran descendientes sobre laderas de montaña, por lo que las casas se escalonan siguiendo la pendiente generando un aumento progresivo en las alturas del nivel de acceso buscando generar una secuencia jerárquica de los espacios donde el estar social gana mayor altura y los espacios de servicio son más bajos.
El espacio interior en escalera se libera de la estructura en lo posible dado el sistema constructivo, logrando un espacio abierto y una secuencia de programas no interrumpido que parte del acceso y cocina en la parte más alta del terreno, hasta la sala y una pequeña terraza-jardín en la parte más baja. Todo el espacio social queda así conectado visualmente, apenas separado por leves desniveles y piezas divisorias como barandales interiores o barras de servicio.
La luz del norte entra por las aperturas más grandes de las casas, las cuales rematan el espacio social. Los interiores claros ayudan a propagar la iluminación natural en los interiores.
Ubicados también en este nivel, se encuentran crujías de servicios, con una vestibulación separada y privada del resto de la casa, desapareciendo del espacio interior.
Los niveles superiores albergan los programas privados en cada casa: estar familiar con terraza (sea hacia el exterior o interior), habitación principal y dos habitaciones secundarias cada una con sus servicios. También existe la preparación para que las azoteas puedan ser utilizadas como terrazas en una ampliación posterior.
La materialidad de las casas es sencilla, reductiva y económica también ajustando las estrategias de iluminación y ventilación natural de los recintos interiores a esta lógica, con la idea de simplificar el consumo energético de las mismas.
Ambas casas parten de la misma lógica arquitectónica y de orden espacial, sin embargo son lo suficientemente diferentes para no ser gemelas, de ahí su nombre: aunque mantienen parecido en programa, partido, lenguaje y materialidad, son al final diferentes, como lo son dos hermanas.